Inolvidables grausinos

Paco Castillón

Cuan empezo a escribí estas líneas se cumplen, exactamente, 24 años de la muerte de mi pare, Paco Castillón.

No é fácil trazá un perfil d’alguien tan cercano y tan presente en la memoria sin caé en la llisonja gratuita, pero sí prou afalagadó. Ya sabez que va nacé en Casa Paco y eba fillo de Tomás Castillón Jarque, aquel que, sen alcalde de Graus, va espientá pa que se podese fé el monumento a Costa y el colegio del mismo nombre. La llocura de la Guerra Civil se lo’n va llevá por debán de forma oprobiosa. Paco Castillón va sé un excelente pastelero. Él concebiba su profesión como un arte y yo me’n acordo de las rabietas de mi madre, Aurelia Mariñosa, pa que s’adaptase a un horario de trabajo normal. Su impenitente bohemia feba que traballase sólo cuan le bufaba la inspiración. Aún con tó, cuan teniba encargos de postín, eba un verdadero artista y un gran profesional. Él siempre diba que le hubiese gustáu sé escritó. Y mos va da fe d’ello dejanmos una ripa d’escritos en forma de diarios, cuadernos y papels sueltos, on contemplaba la realidá teñida d’un lirismo nostálgico. Va sé, amás, corresponsal de la “Nueva España” de Huesca muchos años (hoy Alto Aragón), envián peculiares crónicas sobre temas culturals ribagorzanos. Pero sobre tó, lo que más ilusión le feba eba prepará sus colaboracións anuals, en grausino, en su Llibré. Aún lo veigo en el obradó de Casa Paco tecleán en su Olivetti y dinme: - Anda, zagal, repasa esto, a vé que te paece. Y yo, cllaro, p’afalagalo le contestaba: - Prou ben, Frank, pos ya lo sabes. Y él, con su sonrisa picarona, asentiba satisfecho. Su devoción po la lectura, especialmente novelas policiacas y poesía, va contribuí a que fese, pese a no tení más que estudios elementales, con una notable cultura. Conoceba a sabelo las cosas de su Graus: tradicións, folklore, historia,… De su personalidá, abierta, tolerante y algo ácrata, me quedo por su pasión por la vida. Mi padre nunca va se viejo. A to le sacaba chugo: música, libros, tertulias, gastronomía y el maldito tabaco eban el norte de su vida.

Ñabría que recordá, tamé, su total disposición a colaborá en iniciativas culturals: - Paco, ¿verdá que mos escribirás unas albadas pa decorá la Bullanga? Necesitán un escrito pa’l cartel de la Mojiganga, sr. Castillón- le diban. Y él tan ufano de podeles aduyá. Paco Castillón (Frank pa los íntimos) fallecería a los 74 años víctima de su impenitente tabaquismo.

Toz los años, pa la Fiesta, la noche de las Albadas, los grausinos lo recordán con ésta que yo mismo va escribí:

Paco Castillón, grausino,
te tenín en la memoria.
Los fillos de Graus sabén,
que Dios te tiene en la gloria.

¡Qué difícil é decribí la emoción que siento cuan la canto cada año en su memoria!

Tomás Castillón
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