Textos en grausino

Un maestro ejemplar

Más que un maestro...

Mi padre, 1.894-1.958

Tamé, como mi agüelo i los zinco ermanos, ba tení la suerte de podé í a l’ascuela en la suya niñez.
No por bicios como mi agüelo, por sé el más chicot de seis ermanos, sino porque los tienpos ya eban otros, unque el podé asistí a l’ascuela el tiempo reglamentario eba un privilegio.
Al salí del parvulario con unos seis años, mos contaba a nusotros sus fillos, que ya saeba leé i escribí unas fechas mui conmemoratibas. Eban el año 1.900, prenzipio de un siglo i una nueba era.
Ba pasá el tiempo, de l’ascuela anda el final, con un solo maestro, D. Miguel Dieste, que llebaba allgo más de 120 niños, como siempre, de mal dominá.
Antonces, t’o los crios temiban al maestro, tanto miedo como respeto, pos con tantos, ñaeba momentos qu’estaba muchos días en una rabieta contínua.
Cuan n’on podaba más llamaba a la mullé (su esposa) que bibiba en la parte d’enzima i ben fuerte gritaba: ¡María, María! Baixa una palangana.
Daba más bofetadas anda que le saliba sangre de las narices, i Dª María los llababa i acariziaba con güenas pallabras.
Un domingo, salín de misa, ban be que D. Miguel llebaba la capa ronpida i desgastada, pues antonzes un maestro escuela no podaba renobá la ropa como ese queriú, pos además, teniba tres u cuatro fillos. Los crios pronto se ban da cuenta de la capa de D. Miguel i le ban posá por mote, “capa rota”.
Como siempre, los críos que menos acudiban a l’ascuela, así como los suyos padres, que ben poco les importaba.
Enteráu D. Miguel po los suyos fillos i chen de güena fe, len ban comunicá con güena intenzión.
Una tarde, antes de salí pa casa, D. Miguel les dize:
Mañana traez toz un plliego de papel i una pllumeta nueba, que tenín lliteratura mui importante.
Toz los críos en casa ban pedí tres perretas pa lo que teniban que fé en l’ascuela.
A la mañana siguiente, el maestro D. Miguel ba destapá la pizarra corrén dos sábanas biejas i remendadas, dinles…


Copiazme veinte veces lo que ñai escribiú.
Unos lo ban fé ben i rápidos, otros to’l tiempo de cllase, muchos sin recreo en to la semana. A otros, unos pocos, Dª María los ba tení que atendé con la palangana.
Mi padre mo lo contaba con nostalgia, ixe gran recuerdo.
Mi agüelo tamé mos contaba cosas de l’ascuela en las noches de l’inbierno, alrededó del fogaril.

Asinas se lleeba en la pizarra

 

Esta capa que me tapa,
tan pobre y raida está,
sólo porque se ve…
se reconoce… que es capa.
La chaqueta y los calzones,
también los llevo zurzidos.
La camisa y el sombrero…
parecen ser de un mendigo.

Los calcetines con tomateras,
así, mi pobre ato,
solamente se…
donde me aprieta el zapato.

Rico al ver al pobre,
no alardes tus riquezas.
Pobre el ver al rico…
maldigas de tus miserias.

Tanto el rico, con sus riquezas,
y el pobre, con sus miserias,
desnudos como han nacido…
han de volver a la tierra.

 


P.D.: En la Imprenta Gambón nunca s’eba bendiú tanto material escolar… en un solo día.

Luisón de Fierro


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